jueves, 30 de septiembre de 2010

Obritas de Navidad

Compartimos cuatro obritas de navidad que fueron usadas en años anteriores en nuestra congegación. Quizás sean de utilidad. Se agradece un "gracias" en comentarios si usaron alguna.

Obrita Nr.1
“Una choza para el niño” (de Paul Martin Clotz)
Primera escena: niños jugando en Belén (en la plaza, en la cual también hay mucha basura)
[En la plaza de la ciudad de Belén hay niños jugando: se hamacan, andan en carretilla, corren, imitan a animales, etc. Los chicos más grandes van apareciendo de a poco desde diferentes partes.]
Jacobo: (grita) ¡Simi, Simi! Salí de tu escondite. ¡Dale, vamos a jugar algo más divertido!
Simón: (Sale del escondite) ¡Bueno, si lo decís! ¡Lástima, porque justo tenía un lindo escondite!
Ana: (Se acerca con Andrea) Dale, ¿no quieren jugar con nosotras?
Andrea: Dale, vamos a jugar a la familia.
Jacobo: ¡Salgan de acá! Vamos a jugar con cuchillos. Los vamos a tirar para probar nuestra puntería.
Ana: Vos sos un bruto. ¡Sabés! ¿Por qué no te vas de acá?
Jacobo: Este es mi lugar! Yo lo descubrí!
Benjamín: (de lejos) ¿Qué cosa? ¿Cuándo? ¿A dónde?
[Ana y Andrea se va y juegan con una muñeca]
Simón: ¡Está bien! Proponé un juego nuevo. Pero no de nuevo al quemado.
Jacobo: ¡Bah, vos sos un miedoso porque siempre perdés!
Simón: (irónicamente) Sí, si, claro. Sabés qué, podríamos construirnos una choza.
Jacobo: Bueno, ¡pero yo soy el que manda!
Simón: Andá, siempre vos... ¿sabés qué? En realidad vos sos un... [es interrumpido por la voz de los padres]
Padres: ¡Chicos! Vamos, es hora de ir a casa, ya está llegando la noche. ¿¡Dónde están!? Vamos...
[Los chicos abandonan la plaza]

Segunda escena: Aparecen Maria y José
[Maria viene caminando, ella está cansada. Mira por todos lados buscando un lugar para sentarse, hasta que se sienta sobre la carretilla]
María: ¡Por fin! Estoy taaaan cansada.
José: (desde el fondo) ¡María, ¿dónde estás!?
[María levanta las manos y las deja caer pesadamente. José se acerca, él está cargado con todas las cosas: mochila, mantas, cantimploras, balde, olla...)
José: Ufa, ufa. ¡Meu chapeu!... ¡Dónde fuimos a caer! Esto parece ser el basural de Belén.
Maria: Sí. O una plaza donde juegan los niños. Mirá esa muñeca allá.
José: Sí, pero acá no podemos quedarnos.
María: ¿Y dónde querés buscar todavía? Fijate como se portó tu parentela (irónicamente). Tu tío Samuel con esa sonrisa toda falsa: “Vengan mañana de nuevo, a lo mejor entonces esté libre una de las habitaciones baratas. O acaso pueden pagar las más caras?”
José: ¡Cortala María! Él ya no me conoce. ¿No te das cuenta que somos un montón de personas las que vinimos para el censo a Belén?
María: ¡Sí, sí, claro! Vos siempre tenés razón. ¡Aua! Esas contracciones de nuevo... Que lindo lugar este para que nazca nuestro niño. Un niño que va a ser el rey de los judíos. ¡Aua...! Dame un poco de agua por favor.
José: (le da el agua) Acá no podemos quedarnos. Dale, volvamos con los animales...
María: Ni loca. Yo no voy a dar a luz en medio de los camellos y de los burros. Además el olor que hay allá... no lo aguanto. (agarrándose la panza) ¡Aua!
José: (nervioso, asustado) Pero.. qué, qué, qué hacemos si se larga el parto ahora...?
María: No preguntes tanto.. ¡aua!...Yo ya sé lo que debo hacer. Dame la manta y andá a buscar agua.
José: (le da la manta y sale corriendo) Y a lo mejor encuentre una partera.
[Se apaga la luz]
Niños: Esta es la noche del niño, pobre y rico al mismo tiempo. ¿Quién pregunta por él, quién entra en el reino de la alegría, en el reino de la paz, en la humilde casa?

Tercera escena: El niño Jesús con los niños.
Narrador/a: Esa noche fue muy movida para Maria y José. Esa noche nació el niño Jesús. José y una señora mayor ayudaron a María a la luz de una lámpara con poca luz. Pero María es joven, sana y fuerte. El niño nació sano y ahora está durmiendo en el pecho de María, al igual que María que yace agotada y cansada bajo un árbol.
[Se acercan los niños al lugar para jugar]
Jacobo: (desde lejos viene retando y gritando). ¡Qué te pasa, vos estás loco! ¡Ya vas a ver, eso te lo voy a devolver...!!!
Simón: (viene corriendo) ¡Hola Jacobo!
Jacobo: ¡Hola!
Simón: ¿¡Qué te pasó Jacobo?! Estás taaan sucio!!
Jacobo: ¡Ese desgraciado, ese sinvergüenza! Mi tiró con bosta de burro.
Benjamin: (que se acercó un ratito antes) ¡Quién? ¡Qué cosa? ¡Dónde?
Jacobo: Quién si no Cali, ese sinvergüenza, el hijo de...
Benjamin: (que se acercó un ratito antes) ¿Quién? ¿Qué cosa? ¿Dónde?
Jacobo: ¡Además insultó a mis padres!
Simón: ¡A la flauta!! Ese cada vez está peor. Me parece que le tenemos que dar una lección.
Jacobo: ¡Dale, vamos! Busquemos nuestros palos. (quiere acercarse al árbol)
[Durante esa conversación José observa a los chicos y hace gestos para que bajen la voz –para que no se despierte el bebé]
Simón: (se adelanta corriendo sin verlo a José) ¡Vamos, vamos a darle una lección!
José: ¡Ssshhh! ¡Cuidado! Respeten al niño...
[Jacobo y Simón se quedan parados y miran totalmente asombrados a María]
Benjamín: ¿Quién? ¿Qué cosa? ¿Dónde?
Jacobo: (a José) ¿Qué hacen ustedes acá? Acá en nuestro lugar de juegos?
José: (un poco molesto) Esta noche mi señora tuvo un bebé. Ahora duermen los dos. ¿Podrían hacer un poco de silencio?
Benjamín: ¡¿Qué, un bebé!?
Simón: ¡¿Acá, en nuestro lugar?!
[Ana y Andra que escucharon algo se acercan]
Ana: ¿Un bebé? ¿Dónde?
Andrea: ¿Es una muñeca?
Jacobo: (se da vuelta para mirarlas) Ufa, esas mujeres...
Benjamín: (haciendo señas con las manos llamándolas) ¡Miren! Observen! Vean!
Las nenas: (mirando a María y al bebé, hablan al mismo tiempo) ¡Un bebé, un bebé!
José: (cada vez más nervioso) ¡No tan fuerte! ¡Ay, no, cada vez más niños... ¿Qué quieren ustedes acá?
Ana: Hacer pavadas.
Andrea: Jugar.
Jacobo: Luchar.
Simón: Construir algo.
Benjamín: Exacto, exacto, exacto.
[los niños ríen, corren, saltan...]

Cuarta escena: Una choza para el niño.
María: (se despierta y comienza a reír) ¡Qué divertido!!
José: (Muy enojado mira a los niños) ¡Qué cosa, che! ¡Ahora la despertaron con todo ese ruido! ¡Salgan de acá!
María: (levantando la cabeza) Dejálos... si este es el lugar de ellos. Acá se juntan para jugar.
Jacobo: (a María) ¿Y por qué ustedes están acá?
Ana: (se acerca al bebé) ¡Qué lindo! ¡Miren, abre los ojos! ¿Cuánto tiempo tiene?
Simón: ¡No seas tonta, che! ¡No ves que nació anoche?
Andrea: ¿Dónde?
Simón: ¡Acá!
Ana: ¿Acá???
Jacobo: No, no...!
Andrea: No!
María: Sí, sí.
Ana: ¿En serio?
José: Pero... claro que sí!
Andrea y Ana: ¡¡OOOOhhhh!!!
(los otros chicos: Oohhh!!)
Ana: ¿Y por qué acá afuera? ¿Por qué ustedes no están es su casa?
José: Nosotros no somos de acá.
Andrea: Pero si acá en Belén hay albergues...
José: Sí, pero no tenemos dinero.
María: Y tampoco había lugar...
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en caso de haber más niñas: Niña 1: en casa no tenemos lugar; niña 2: en casa tampoco.
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Ana: Bueno, pero vos no podés quedarte un par de días acá bajo el árbol. Te vas a enfermar y el bebé también.
Andrea: El bebé necesita una cuna.
Jacobo: Sí, y además acá afuera a veces hay animales salvajes.
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en caso de haber más niñas: Niña 1: Sí, gatos; niña 2: tigres; niña 3: elefantes, niña 4: ratones; niña 5: ovejas.
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Benjamín: (haciendo señas con el dedo sobre su frente) ¿Dónde? ¿Qué? ¿Cómo?
Ana: Jacobo, tenemos que hacer algo! Pensá un poco, vos que siempre tenés ideas taaaan brillantes!
Andrea: Eso... mostrá ahora tu ingenio.
Jacobo: (que todo el tiempo estuvo rascándose detrás de la oreja) Che..., Simón...
Simón: Sí, Jacobo, decime...
Jacobo: Nuestros listones/barras...
Simón: Sí, claro, de todas maneras queríamos...
Jacobo: Construir una choza.
Benjamín: ¿Cómo? ¿Qué cosa? ¿Dónde?
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(en desorden, si hay más niños: Niña 1: Sí, qué bueno; niño 2: una choza, genial! Niña 3: por fin! ... (las niñas aplauden y corren hacia el lugar en que están las barras/los palos o listones)
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Jacobo: Despacio, despacio!!!
Simón: Esos palos son míos!!!
Benjamín: Sí claro, sí claro, sí, así es.
Ana: (corre detrás) ¡Una choza... chicos!
Andrea: Para el bebé...
(Andrea y Ana repiten una y otra vez la oración, lo gritan con un tono de pedido)
José: (tapándose los oídos) María, María... ¿¡dónde fuimos a parar!? Los chicos son algo insoportable, ¿no te lo decía ya?
María: Estos chicos son geniales, José. Fijate como nos quieren ayudar a nosotros, que no somos otra cosa que linyeras acá.
José: Pero hacen tanto ruido y son taaan inquietos..
María: Que lástima que todavía estoy tan débil. Me dan ganas de ayudar.
José: ¡Pero el bebé! ¡Para él esto no es nada bueno, él necesita de tranquilidad!
María: No sé, no estoy segura. Pareciera ser que le gusta todo esto.
José: ¿No tendrá hambre de nuevo?
María: Él ya nos va a avisar cuando tenga hambre. (Se ríe al mirar como los chicos intentan armar la choza) ¿Será que no les podés ayudar un poco? Después de todo ese también es tu oficio, ¿no, señor carpintero?
(José se va con los chicos y les ayuda a construir la choza)

Quinta escena: El niño en la choza.
Jacobo: Saquen sus dedos, déjenme solo un poco, que sino todo se viene abajo..
Simón: ¡Son demasiados!
Benjamín: ¡Justo eso también quería decir yo!
Simón: (lo amenaza) No comiences de nuevo con eso.
Jacobo: Necesitamos algo para dentro de la choza: una cama, una cuna...
Niña1: ¡Cortinas!
Niña2: ¡Pañales!
Niña3: ¡Juguetes!
Jacobo: Bueno, ¡vayan entonces y fíjense lo que consiguen!
Benjamín: ¿Dónde? ¿Qué cosa? ¿Cómo?
Simón: ¡Salí de acá...!
[Benjamín y varias nenas salen para buscar cosas: alfombra, manta, muñecas, almoadón, pesebre como cuna, etc.]
Música: ....

Sexta escena: Un nombre para el niño.
[Ana, Andrea y algunas nenas cada tanto van a lo de María para ver al bebé, poco antes de llegar van con mucho cuidado para no hacer ruido)
Andrea: (en voz baja) ¿Duerme?
Ana: ¡Qué dulce! ¿Es una nena?
María: ¡No! ¡Es un varón!
Todas las nenas como de una sola boca: ¡¡Oh.. qué pena!!
Ana: Así que un varón...
Andrea: Y... ¿ya tiene un nombre??
Ana: Joaquín me parece que sería lindo, ¿no?
Niña 3: O Marcos...
Niña 4: Yo propongo Jonny.
Niña 5: Esteban...
María: ¡Qué lástima! Ustedes llegaron tarde. El bebé se llama Jeshua... es decir Jesús.
Andrea: Yessé??
Ana: No, Jesús dijo ella.
Andrea: Ah... Yo me llamo Andrea.
Ana: Y yo Ana.

Séptima escena: Una fiesta de cumpleaños para el niño.
[entretanto la choza está lista, con la ayuda de José y de los chicos María se va con mucho cuidado hasta la choza. A Jesús lo acuestan en el pesebre. Los niños se sientan delante de la choza y miran el “pesebre”]
Ana: (suspirando) ¡Qué lindo!
Andrea: Nuestro niño...
Jacobo: ...en nuestra choza.
Simón: Y parece que le gusta acá...
Benjamín: Y me mira con ojos grandes...
María: Sí, y ahora seguro se va a dormir de nuevo.
José: ¡Hagan silencio, por favor!
Todos los niños: Sí.
[silencio durante unos segundos –puede haber música, p.ej. flautas]
Benjamín: (susurra en voz alta) ¿Y qué hacemos ahora?
Simón: En realidad deberíamos...
Jacobo: ... hacer una fiesta.
Ana: ¡Sí, una fiesta de cumpleaños!
Andrea: Conseguimos unas algunas macitas...
Niño 1: Y jugo... ¡Y listo!
(Los dos se levantan y buscan lo que nombraron)
Simón: Nos falta la música.
Jacobo: Nuestros padres saben tocar tan bien la trompeta.. ¿qué tal si les pedimos?
José: (Se agarra la cabeza y mira preocupado al bebé en el pesebre) ¡Qué raro, el niño no duerme, pero parece estar tan en paz!

Octava escena: Los pastores llegan a la choza.
[Tocan las flautas o las trompetas –un himno de pastores- Mientras se escucha la música aparecen los pastores, acompañados de ovejas –niños vestidos como tales]
José: (hablándole a Jacobo) ¿Quiénes son estos hombre?
Jacobo: Esos son los pastores de la aldea, entre ellos también está el papá de Simón.
Simón: Hola papá. ¿Qué hacen ustedes acá?
Pastor: Estamos buscando a un niño que nació anoche. En algún lugar de Belén nació un niño, pero no lo hemos encontrado.
Simón: Papá, acá hay un niño recién nacido.
Jacobo: Le hicimos una choza.
Ana: Para que esté un poco más protegido.
Pastor: ¡El pesebre!!
Andrea: ¿Qué pasa con el pesebre?
Pastor: ¡Estamos buscando un niño recién nacido acostado en un pesebre! Es así como vamos a reconocer que él es el niño.
María: Qué raro...
José: ¿Cómo es que ustedes saben del nacimiento de nuestro bebé?
Pastor: Anoche, un poco antes de la salida del sol aparecieron unos ángeles allí donde estábamos y nos dijeron cosas medio extrañas: Que nació el Salvador, el que trae la paz, acá en Belén. Y que está acostado en un pesebre. Y eso queremos verlo con nuestros propios ojos, porque estamos esperando anciosamente para que llegue la paz en este mundo.
(les dice a los otros pastores): Dale, ¡saquemos nuestro regalos!
[los niños están sentados en un costado, los pastores se arrodillan delante del pesebre –la clásica figura del pesebre. Los pastores dejan sus regalos]
Pastor: Bueno, no queremos molestar más. Tenemos que volver con nuestras ovejas. Que Dios los guarde. (Los pastores se marchan)
María: José, ¿escuchaste eso? Nuestro niño es alguien que va a traer la paz. (José sacude la cabeza, él ya no entiende nada)
Jacobo: ¿Ustedes escucharon lo mismo que yo?
Ana: Nuestro amiguito acá, alguien que va a traer la paz...
Simón: Entonces él va a ser famoso.
Benjamín: ¿Cómo? ¿Dónde?
Jacobo: Pero Benjamín, ¿no lo entendiste todavía? Fijate como ahora todos nosotros estamos en paz.
Andrea: Sí, mucho más lindo que ayer.
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Niño 1: Ha llegado un tiempo para nosotros. Un tiempo de mucha alegría: porque ha nacido el Salvador, nuestro Señor.
Niño 2: Y lo buscan los reyes magos. La estrella los guía hasta Belén. : Acá va una canción que hable de los reyes magos
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Novena escena: Llegan los reyes magos hasta la choza.
[Puede haber música... mientras aparecen los reyes magos cargados con regalos]
Andrea: ¡Miren! Ahí llega más gente...
Benjamín: ¿Será que ellos también buscan a nuestro bebé?
Ana: Me parece que sí. ¡José! ¡Otra vez visita!
Mago 1: Salem Aleikum! (mira al niño y le dice a sus compañeros) No hay dudas, este niño es recién nacido.
Mago 2: El único en el pueblo.
José: (medio nervioso y confundido hace un gesto con las manos para que pasen)
Mago 2: (mirando a su alrededor, medio confundido también) Qué raro... en un lugar como este... pero bueno, debe ser cierto.
Mago 1 (a José): Buen hombre... esta mujer seguramente es tu esposa. Sabemos que en la noche nació un nuevo rey por voluntad de Dios.
Mago 2: ¡Un rey de la paz!
Mago 1: Queremos ser los primeros en saludar a este rey y en expresarle nuestro respeto.
Mago 2: Siempre queremos servirlo. Que él nos regale su bendición.
José: ¿Quiénes son ustedes?
María: ¿De dónde vienen...?
Mago 1: Nosotros somos del este, de lejos. De los libros y de las estrellas sabemos muchas cosas.
Mago 2: Aquí están nuestros regalos, ojalá que le traigan alegría. (los magos entregan sus regalos y se arrodillan ante el pesebre –típica escena del pesebre)
Mago 1: Bueno, nos espera un largo camino de regreso (mira a su alrededor y se acerca a José). Pero antes quiero dar un consejo, si me lo permite. ¿Ustedes piensan que esta choza está bien para un rey? Justamente acá en medio de la basura y de niños mugrientos?
Magos: Salem! (se despiden y se van)
María: José, ¿escuchaste eso? ¡Nuestro Jesús un rey de la paz! ¡Eso sería tan lindo!
José: El mundo ya está esperando hace tiempo por paz...
Jacobo: (a los niños) ¿Escucharon eso?
Ana: ¡Somos amigos de un rey!
Todos los niños: (bien fuerte) ¡Hurra!!! Que viva nuestro amigo, el nuevo rey!!!
José: (se asusta) Terribles estos niños... Los señores tenían razón. Acá no es un lugar adecuado para mi hijo. María, yo los llevo ahora al albergue de mi tío Samuel. Allá van a tener una cama y tranquilidad como para descansar.
[se apaga la luz, José y María se van. Los niños sienten un poco de rabia)
Ana: ¡Eso no está bien!
Simón: ¡Nuestra choza, que está tan linda!
Jacobo: ¡De repente ya no somos dignos de ellos!
Andrea: Que somos niños mugrientos, dijo.
Voces de padres: ¡Niños! ¡Ya es tarde!!!  Es hora de entrar. (la mayoría de los niños vuelven a sus lugares)
Jacobo: ¡No, yo no voy a casa!
Simón: Yo voy a dormir en la choza, para mi ella está bien.
Andrea: Yo también me quedo acá.
Ana: Bien cerca del pesebre!
Música: El coro?

Décima escena:
Narrador/a: Y así pasó otra noche en la que muchas personas estuvieron separadas... separadas entre ellas y de su suerte, separadas de sus amigos. Una noche en la que muchas personas no sintieron la paz que ya habitaba entre ellas.
Cuando amaneció los niños estaban tristes en su choza. ¿Qué podrían hacer ahora? ¿Ir a sus casas, donde nadie los había echado de menos? ¿O sacar todas los palos para jugar a la lucha? Pero entonces se vendría abajo la choza del niño de la paz...

(Ana, Andrea, Jacobo y Simón están sentados delante de la choza)
Andrea: ¡Miren! (muestra en dirección a Belén)
Ana: ¿Qué cosa?
Jacobo: ¿Adónde?
Simón: ¿Quién viene?

(Aparece María con Jesús en brazos. Camina despacio, como con dolor. El niño parece gritar/llorar. Ella lo hamaca y lo mece, y le habla tratando de tranquilizarlo)

Ana: ¡María!
Andrea: ¡Yessé!
Simón (corrigiéndola): ¡Jesús!
Jacobo: ¿Vuelven a nuestro lugar?
María: Buen día, chicos. ¿Tan temprano se levantaron?
Jacobo: ...Y bueno...
Andrea: ¿Te vas a quedar acá ahora?
Ana: ¿Te estás escapando de José?
María: ¡No! Sólo estoy paseando un poco, pero estoy muy débil todavía. Me tengo que sentar un poquito. ¿Puedo?
(Jesús escuchó las voces de los niños y ya no llora)
Jacobo: ¡Pero claro! ¡Si esta choza es de ustedes!
Simón: Esta noche la cuidamos para ustedes.
Benjamín (viene corriendo): ¡Qué bueno, qué bueno, Jesús está de vuelta!
María: No se imaginan lo que fue esta noche... ¡Terrible!
Jacobo: ¡Ya sé, vinieron unos ladrones y les robaron todo el oro!
Ana: ¡No encontraron habitación!
María: No... nada de eso. Conseguimos una habitación muy linda, en el albergue “Ideal”. Pero Jesús lloró toda la noche. José se las pasó con él en brazos, de acá para allá, meciéndolo para que se calme...
Andrea: ¿Y se calmó?
María: ¡No! Parecía como si le faltara algo al niño... Hambre no era...
Jacobo: ¡Para mi está clarito lo que le faltaba...!!!
Simón: ¡Esta choza le faltaba!
Benjamín: ¡Nuestra choza!
Ana: ¡Y nosotros, los niños le hicimos falta!
Andrea: ¡Y el lindo pesebre!
María: No sé, no sé... Pero qué raro... Ahora, desde que escucha sus voces está tan tranquilo!!! ¿Será que lo puedo acostar en el pesebre? (lo acuesta). Miren cómo los observa...
Jacobo: ¡Qué genial que Jesús se sienta tan bien con nosotros!
(José aparece a lo lejos, buscando a María y Jesús)
María: Creo que estoy empezando a entender: nuestro lugar es junto a ustedes. En esta choza de ustedes encontramos paz. (le hace señas a José para que se acerque) Vení, José, quedémonos con nuestro bebé con estos chicos, seamos una gran familia. (José se acerca) José, acá no estamos solos. Acá nuestro niño se siente bien, aquí va a haber paz para todos nosotros.
(María y José se paran junto al pesebre, los chicos se sientan alrededor. Lentamente se apaga la luz.)
Traducido y adaptado por Pedro Kalmbach
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 Obrita Nr. 2:
  BUSCADOR DE LA VERDAD
(Celebrado en El Alcázar, Navidad 2009, coordinado por Oscar Geisler)

* En la pared detrás del altar en letras grandes:



BUSCO
-A JESÚS DE NAZARET NACIDO EN BELEN 
(La iglesia está oscura. Desde distintos puntos dentro de la iglesia se hacen escuchar las siguientes voces

-BUSCO EL CAMINO
-BUSCO LA LUZ
-BUSCO LA VERDAD
-BUSCO LA VIDA
-BUSCO LA VOZ Y LA PALABRA
-BUSCO LA FELICIDAD
-BUSCO AL HERMANO
-BUSCO EL AMOR
TODOS: BUSCO LA SALVACIÓN


CAMINANTE: (Entrando por el pasillo central, caminando con un bastón en la mano)



Hermanas, yo busco el camino. No conozco el rumbo, no conozco el destino. ¿Quién me lo indicará? ¿No habrá nadie en el mundo que me lo pueda señalar? Un camino que tenga sentido, un camino.... ¡No! El camino. Busco el camino. ¿Quién sostendrá mi esperanza?

(LECTOR: Isaías 40, 3-5)
“Abran el camino a Yahvé en el desierto.
En la estepa tracen una senda para Dios.
Que todas las quebradas sean rellenadas
y todos los cerros y lomas sean rebajados,
que se aplanen las cuestas,
que queden las colinas como un llano;
porque aparecerá la gloria de Yahvé
y todos la verán porque Yahvé ha hablado”.

M Ú S I C A:

Un poco después del presente
Alegre el futuro proclama
La fuga total de la noche,
La luz que ya el día derrama.

Estribillo:             venga tu reino, Señor
                               la fiesta del mundo recrea
                               // y nuestra espera y dolor
                               transforma en plena alegría.
                               //Aié, eiá. Aié, aé, aé.

Capullo de amor y esperanza,
Anuncio de flor que será,
Promesa de hallar tu presencia
Que vida abundante traerá.

CAMINANTE: -¿Qué buscas?




CIEGO: -Busco la luz. No puedo ver. El mundo es la oscuridad para mi. Soy ciego. No me cuentan del sol, de la aurora y del ocaso, no lo veo. Me hablan del esplendor de las estrellas, no las miro. Me dicen que la luna es bella, no conozco la belleza. Oigo palabras hermosas sobre el azul del cielo, las flores del campo, el agua clara, los cerros y volcanes y tantas maravillas que hay en el mundo: colores. Para mi el mundo es gris. No veo el rostro de los niños, no veo sus sonrisas. No veo el reflejo de alegrías y penas en sus ojos. Soy ciego. ¡Quiero ver! ¿Quién me dará la luz?- ( y volteándose hacia el caminante dice)
-Y tú, tú, ¿Quién eres? ¿Qué buscas?

CAMINANTE: -Busco el camino. Pero me doy cuenta de que también soy ciego como tú, pues no sé donde poner el próximo paso. Buscamos lo mismo: LUZ Y CAMINO.- Vamos hermano, busquemos juntos...

CIEGO: ¡Vamos, fortalece mi esperanza!

(Los dos siguen caminando, el caminante toma del brazo al ciego. Luego caminan despacio y se colocan en un lugar mientras se escucha lo siguiente)

(LECTOR: Isaías 42, 6-7)
“Yo Yahvé te he llamado para cumplir mi justicia, te he formado y tomado de la mano, te he destinado para que unas a mi pueblo y seas luz para todas las naciones. Para abrir los ojos a los ciegos, para sacar a los presos de la cárcel y del calabozo a los que estaban en la oscuridad”.

M Ú S I C A:

Estribillo:             //Que no caiga la fe,
                               Que no caiga la esperanza.//
                               //Que no caiga la fe mi hermano,
                               Que no caiga la fe mi hermana,
                               Que no caiga la fe,
                               Que no caiga la esperanza.//

Si se cae la esperanza de tu pecho,
si se acaba el deseo de luchar,
no te olvides del rostro de tu pueblo
y confía que el Señor te sostendrá.

Estribillo:

BUSCADOR DE LA VERDAD:
(Entrando por el pasillo lateral derecho, mientras que el caminante y el ciego lo miran desde lejos)



Hace tanto tiempo que estoy buscando. Buscando por el camino de las ciencias. Buscando en las distintas filosofías, buscando en las ideologías, buscando la VERDAD.- ¿Qué es la verdad?  Unos me dijeron que busque en los astros, las curanderas, otros que la encontraría en las religiones y sectas; otros me quisieron convencer que la verdad está en el TENER, en el PLACER, y en el PODER.- Probé de todo y lo que me quedó fue un gran vacío. Las ciencias y la filosofía sólo me dieron una chispa de luz. Pero la VERDAD VERDADERA ha de ser una llama que arde sin apagarse jamás. ¿Dónde está la verdad?

(LECTOR: Éxodo 3,2-6
“El ángel de Yahvé se mostró en una llama de fuego, en medio de una zarza. Moisés vio que la zarza ardía pero no se consumía... Y Dios llamó a Moisés en medio de la zarza diciendo: “Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”.

CAMINANTE Y CIEGO: (Acercándose) –Hermano, ¿tú también buscas?

BUSCADOR DE LA VERDAD: ¿Quiénes son ustedes?

CAMINANTE: -Soy caminante, peregrino en busca del camino. Pero veo que busco igual que tú. También busco la verdad.

BUSCADOR DE LA VERDAD: (Dirigiéndose al ciego) – Y tú, ¿quién eres?

CIEGO: ¡Ay amigo! Soy ciego. Busco la luz. Mi deseo es ver. Pero me doy cuenta que nos parecemos. Los dos somos ciegos y buscamos la verdad. Mi ceguera es más grande de lo que pensaba, por desconocer la VERDAD. Hermano, vamos, juntos buscaremos.

BUSCADOR DE LA VERDAD: Vamos, les ruego hermanos, afirmen mi esperanza.

(LECTOR: Isaías 11, 1-2
“Una rama saldrá del tronco de Jesé, un brote surgirá de sus raíces. Sobre él reposará el espíritu de Yahvé. Espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de prudencia y fuerza, espíritu de temor y de conocimiento de Yahvé”.

M Ú S I C A:  

Estribillo:             ¿Dónde esta Dios? Dios está en vos.
¿Cómo es Dios ? Como Cristo en vos.
¿Dónde esta Dios? Dios está en vos.

Dios es el inunda tu existencia
cuando vives el amor.
Dios es el que alienta tu esperanza
Cuando sabes esperar.

Estribillo:

(Desde el lado más oscuro del lugar, se deja oír el llanto de una mujer que está inclinada sobre la foto de su hijo)




MADRE: ¡Ay Dios mío! Se ha marchado mi hijo, era el último que me quedaba (Llora desconsolada)

CAMINANTE: ¿Por qué lloras mujer?

MADRE: Ay Dios, hombre! Mi hijo ha ido. No tenía con que alimentarlo. De mi cuerpo ha nacido con tanta vida, de mi cuerpo le he dado alimento de vida, pero cuando creció, lo que le daba para comer me costaba mucho conseguir y después el doctor me dijo que se me enfermaban por la contaminación, ¡Ay de mi!  Algunos de mis hijos se murieron, otros se han ido lejos de mi casa, lejos de la contaminación y la muerte.
Pero ¡yo quiero vivir! ¡Quiero la vida! ¿Dónde está la vida?

CAMINANTE: Todos buscamos la vida, no cualquier vida, sino la VIDA VERDADERA.

CIEGO: Ven con nosotros mujer, acompáñanos en nuestra búsqueda.

BUSCADOR DE LA VERDAD: Juntos nos ayudaremos a encontrar lo que buscamos.

MADRE: Gracias hermanos, así se reaviva mi esperanza por la vida.

(LECTOR: Isaías 49, 15-16
“¿Puede una mujer olvidarse del niño que cría o dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues bien, aunque se encontrara alguna que lo olvidase, yo nunca me olvidaré de ti. Mira como te tengo grabada en la palma de mis manos”.
Isaías 7, 4
“El Señor entonces les dará una señal: miren que una virgen está embarazada y dará a luz un hijo varón a quien le pondrá el nombre de Emmanuel: Dios con nosotros”
El mundo por la guerra sangra sin razón,


M Ú S I C A:
Estribillo:             ¿Dónde esta Dios? Dios está en vos.
¿Cómo es Dios ? Como Cristo en vos.
¿Dónde esta Dios? Dios está en vos.

Dios es el que muere en la miseria
y es el niño sin su pan.
Dios es el que quiere que tú vivas
de frente a la realidad.

Estribillo:

CAMINANTE: (Dirigiéndose hacia un lugar del escenario) 



Miren hermanos, alguien nos está haciendo señas....
Nos está llamando. (Yendo hacia el sordomudo dice...)
¿Qué buscas hermano?

SORDOMUDO: (Explica con señas que no oye, ni puede hablar, sólo los ha visto) 

CAMINANTE: (Con señas) 
¿No oyes? ¿No hablas? (Hablando para si mismo)
Un mundo sin voz ni palabra, un mundo con muros altos y barreras, sin comunicación. Una vida sorda, de silencio, monótona.
(Hablando con gestos hacia el sordomudo)
Pero te quedan las señas como una chispa de esperanza, ¿qué buscas?

SORDOMUDO: (Con gestos da a entender que desea oír y hablar)

CAMINANTE: El oído es para oír, la lengua para hablar. Ven con nosotros hermano. Seremos tu voz, seremos tu oído, todos buscamos aquello de lo que carecemos, cada uno según su necesidad.
En nuestro buscar y caminar nos ayudaremos juntos y estoy seguro de que existe Alguien que nos ha de traer lo esperado.

CIEGO: Vamos juntos. Entre muchos aumenta nuestra esperanza.

BUSCADOR DE LA VERDAD: A veces todos somos sordos. Yo también he sido sordo. Quizás haya estado cerca de la verdad y no le he prestado oído; he sido mudo porque no he sabido responder.

MADRE: El también busca una VIDA MEJOR, como todos nosotros.
Vamos pues...
(Todos siguen caminando...)

(LECTOR: Isaías 50, 4a-5
“El Señor Yahvé me ha concedido el poder de hablar como su discípulo y ha puesto en mi boca las palabras para aconsejar como es debido, al que está aburrido, cada mañana él me despierta y lo escucho como lo hacen sus discípulos.
El Señor Yahvé me ha abierto los oídos, y no me resistí, ni me eché atrás”.

M Ú S I C A:

Anhelo de tierra sin males,
edén de las plumas y flores,
de paz y justicia hermanando
un mundo sin odio y dolores.

Estribillo:             venga tu reino, Señor
                               la fiesta del mundo recrea
                               // y nuestra espera y dolor
                               transforma en plena alegría.
                               //Aié, eiá. Aié, aé, aé.

Anhelo de un mundo sin guerras,
nostalgia de paz e inocencia,
de cuerpos y manos que se unen,
sin armas, sin muerte y violencia.

Estribillo:




JOVEN: Hombres, mujeres, jóvenes, niños, niñas, escúchenme. Esta vida no tiene sentido. Sólo desgracia y amargura y, a fin de cuentas, sólo tristeza y soledad. ¿No habrá algo mejor en este mundo?

CAMINANTE: Ahí viene un joven, parece que está buscando algo.- (Y dirigiéndose a él le dice.- ¿Qué buscas muchacho?

JOVEN: Busqué la alegría, busqué la felicidad, pero no la encontré. En mi afán por ser feliz pensaba encontrarla en el vicio. Me perdí. Terminé con todo lo que tenía y acabo de terminar de pisotear mi dignidad de hombre. Luego quise pasar la vida gozando con mujeres. No pensaba en hacerlas felices, sino abusar de ellas egoístamente. Sólo para mi propio gusto, sólo para un rato de placer. Y de cuántas no he abusado, al dejarlas en desgracia a cada una de ellas. Después comencé a probar la droga. Era tan fácil por medio de un cigarrillo, ponerme en “onda”, olvidarlo todo y olvidar esta amarga vida?
De momento estoy echando a perder mi juventud. ¿Hasta cuando voy a aguantar?

CAMINANTE: Buscas la alegría, buscas la felicidad, buscas una vida mejor. La vida que pasaste no es la vida verdadera. Todos nosotros estamos en busca de ella. Si quieres ven con nosotros.

CIEGO: Ven, la juventud ha de tener la esperanza de una nueva luz, has de fortalecer también nuestra esperanza.

BUSCADOR DE LA VERDAD: Ven, ya has dado un paso reconociendo que en el vicio y la droga no está la felicidad. Hay algo más grande para nosotros. Y se me hace que nos estamos acercando cada vez más hacia la VERDAD.

MADRE: Ven, hijo mío. Todavía estás con vida, busca con nosotros la VIDA VERDADERA y encontrarás la felicidad.

JOVEN: Si me aceptan en su compañía, vamos juntos pues.

CAMINANTE: Vengan todos y todas quienes quieran acompañarnos en nuestra búsqueda.

(LECTOR: Isaías 60 y 61, 10
“Levántate y brilla, que ha llegado tu luz, y la gloria de Yahvé amanecerá sobre ti. La oscuridad sobre la tierra y los pueblos están en la noche, pero sobre ti aparece su gloria. Salto de alegría delante de Yahvé, y mi alma se alegra en mi Dios. Pues me puso ropas de salvación y me abrigó con el manto de justicia, como un novio se coloca su anillo o como la esposa se arregla sus joyas.
Pues así como brotan de la tierra las semillas o como aparecen las plantitas en el jardín, así el Señor Yahvé hará brotar la justicia y la felicidad a la vista de todas las naciones”.

 MUSICA 6

Escucha hermano, la canción de la alegría, el
canto alegre del que espera un nuevo día.

Estribillo:             Ven, canta, sueña cantando, vive soñando
el nuevo sol, en que los hombres volverán a ser hermanos.

Si en tu camino solo existe la tristeza, y el llanto
amargo de la soledad completa.

Si es que no encuentras la alegría en esta tierra,
búscala hermano, mas allá de las estrellas.




POBRE: (Cojeando y pidiendo limosna con su sombrero entre la 
gente del público)
POBRE: Por el amor de Dios, por el amor de Dios, una limosnita por el amor de Dios.- Dios lo bendiga, Dios se los pague. Regáleme mi pan, por el amor de Dios... unos pesos, por el amor de Dios….
(Llegando hasta el grupito, y mirándoles con desconfianza)
Ustedes, ¿quiénes son?.- No me vayan a quitar lo que mendigué como muchas veces me ha pasado...

CAMINANTE: Ten confianza hermano.

POBRE: (Amargado) Hermano, hermano... suena bonita esa palabra. Yo no creo en la hermandad, no existe el hermano. En este mundo sólo existe la ambición, el aprovecharse de los demás, el oportunismo. Sólo hay lobos que devoran a los corderos y leones que se comen a los cabritos. No hombre, hace tiempo que no creo ya en esta palabra.

CAMINANTE: Sin embargo, lo que buscas, precisamente es al HERMANO/A, alguien que te tienda la mano, alguien que te abra el corazón, alguien que te brinde su amor.

CIEGO: No será que también tú, en el fondo, busques una nueva luz?

BUSCADOR DE LA VERDAD: ¿Acaso no es en la hermandad donde está la razón de nuestra vida? ¿No son hermanos la verdad y el amor?

MADRE: ¿No buscas acaso tú la vida verdadera?

JOVEN: ¿No tienes también ansias de felicidad?

POBRE: Tienen razón. Mi hambre no sólo es de pan, sino de algo más. Parece que han encendido en mi, una chispa de esperanza.

CAMINANTE: Ven con nosotros y nosotras, todos y todas buscamos lo mismo, buscamos la salvación.

(LECTOR: Isaías 41, 17-18
“Los pobres y los humildes buscan agua pero no encuentran, y se les seca la lengua de sed. Pero yo, Dios de Israel, no los abandonaré. Yo Yahvé los escucharé.
Haré brotar ríos en los cerros pelados y vertientes en medio de los valles. Convertiré el desierto en lagunas y la tierra seca en manantiales”.





M Ú S I C A:

Cuando el pobre nada tiene y aún reparte,
cuando alguien pasa sed y agua nos da,
cuando el débil al mas débil fortalece,
// va Dios mismo en nuestro mismo caminar. //

Cuando alguien sufre y logra su consuelo,
cuando espera y no se cansa de esperar,
cuando amamos aunque el odio nos rodee,
// va Dios mismo en nuestro mismo caminar. //

Cuando crece la alegría y nos inunda,
cuando dicen nuestros labios la verdad,
cuando amamos el sentir de los sencillos,
// va Dios mismo en nuestro mismo caminar. //




CAMINANTE: Vengan hermanos y hermanas, vengan todos y todas quienes tengan ansia de encontrar el CAMINO. 

CIEGO: Vengan quienes tengan deseos de ver la LUZ.






BUSCADOR DE LA VERDAD: Vengan quienes tengan deseos de VERDAD.

MADRE: Acompáñennos los que tengan el anhelo de LA VIDA VERDADERA

POBRES: Vengan quienes tengan hambre de HERMANDAD.

MUSICA 8:

Estribillo:             Yo quiero una navidad
                               para todos iguales,
alegrías, tristezas,
oraciones y panes.

Compartamos juntos
la divina luz
que nos trajo al mundo
el niño Jesús.

Que acabe la guerra.
que llegue la paz,
que reine en el mundo
la felicidad.

Hermanas y hermanos
las manos tomad
y siempre unidos
al Rey proclamad.




(Se van encendiendo algunas luces) 

LECTOR: “YO SOY EL CAMINO,
LA VERDAD
Y LA VIDA.
Quien me sigue no anda en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Mateo 5, 3-10
“Felices los que tienen espíritu de pobre,
porque de ellos es el reino de los cielos...

CAMINANTE: Creo que ya no estamos lejos de lo que buscamos, se me abre un nuevo CAMINO.

LECTOR: Mateo 3, 1:
“En ese tiempo se presentó Juan el Bautista en el desierto de Judea predicando de esta forma”:
“Cambien su vida y su corazón, porque está cerca el Reino de los Cielos”. (Mt. 3, 2)
 Juan empezó a predicar por toda la región del río Jordán diciéndoles que cambiaran su manera de vivir, que conviertan su corazón. (Lc. 3, 3) Preparen el camino del Señor, allanen los senderos, y escuchen la Palabra de Dios.

(Mientras se lee el Evangelio, las luces se enfocan a un lugar
donde está el Niño, María y José, puede ser un “cuadro vivo” o
símbolos que representan que Dios ha nacido hoy)

LECTOR: Proclama el Evangelio de Lc. 2, 1-20
(Durante la lectura del Evangelio los personajes se van acercando poco a poco al lugar donde ha nacido el Niño)

M Ú S I C A:

Nochecita de lindos luceros,
Coyuyos divinos, que adornan el cielo;
Los clarines con marchas triunfales
resuenan alegres en las navidades.
Y la noche bañada en rocío
no puede dormirse porque tiene frío.
Y se escuchan alegres cantares,
cantares alegres de las navidades.

Estribillo: Oh, linda noche, noche serena.
                               ¡Gloria, gloria en el cielo, paz en la tierra!



                               Pedidle al cielo felicidades

                               Y cantemos alegres las navidades.

Nochecita de lindos luceros,
coyuyos divinos, que adornan el cielo;
Nochecita de santa alegría,
Jesús Nazareno, José y María
Nochecita de la algarabía
que todos los años nos trae alegría,
Nochecita, solo Dios sabe
Volvamos a vernos en las navidades.

CONCLUSIÓN




(Uno a uno, los actores se van levantando según su turno y se van dirigiendo al público, los demás se quedan en postura de contemplación y meditación del cuadro de nacimiento)

CAMINANTE: Nosotros hemos encontrado lo que buscamos. Y ustedes, ¿qué buscan? ¿cuál es su esperanza? ¿por qué han venido aquí esta noche?
(Son preguntas que se hacen al público para que responda una o dos personas)

CAMINANTE: Todas nuestras esperanzas se cumplen en Jesús que ha nacido en Belén, que ha venido ha hacerse uno de nosotros. Desde esta noche todos estamos invitados a buscar, a ver y a reconocer a Aquél “Dios con-nosotros” presente hoy como ayer en el más humilde de sus hermanos, presente en su Palabra y en los signos de vida. Desde esta noche existe Alguien a favor del hombre y mujer marginados.

CIEGO: Desde esta noche el hombre y la mujer pueden levantar la cabeza y comenzar a vivir en la LUZ, porque Dios le ha otorgado una alta dignidad en su Hijo

BUSCADOR DE LA VERDAD: Desde esta noche, la VERDAD es que el pequeño ya no es pequeño, y el grande ya no es grande, el pobre ya no es pobre y el rico ya no es rico, porque cambiaron los valores: “Dios levanta del polvo a los humildes y derriba a los poderosos de sus tronos, colma de bienes a los pobres y a los ricos los despide vacíos”. (Lc. 1, 52-53)

MADRE: Desde esta noche ha nacido la VIDA, ¿queremos quedarnos muertos por no dejarla nacer en nosotros/as mismos/as?

SORDOMUDO: Desde esta noche “Alguien se ha hecho voz de los/as que no tienen voz” 

JOVEN: Desde esta noche ha venido la FELICIDAD, la juventud camina al encuentro del LIBERTADOR, sólo él hace libre verdaderamente a la persona. El comprende nuestras debilidades y nos ofrece un encuentro muy personal y transformador. Es amigo que no falla nunca. Camino de total realización. 

POBRE: Desde esta noche hay Alguien que ofrece su vida por el AMOR, LA PAZ Y LA SOLIDARIDAD entre la humanidad. Desde esta noche, Alguien nos hizo hermanos y hermanas, haciéndose hermano nuestro.

LECTOR: Desde esta noche, hermanos y hermanas, sabemos que Dios entra en nuestra historia, en nuestro mundo.
Desde esta noche, Dios llega a nosotros y nosotras, ahí donde hay:
Rebaños y pesebres
Cafetales y maizales
Ranchos y hogares humildes
Talleres y oficinas
Ahí donde hay hambre y frío
Ahí donde hay corazones quebrantados
Donde el egoísmo, la envidia, el orgullo y la violencia destruyen lo mejor que hay en la persona humana.
Donde la guerra y la ambición de los poderosos ha desfigurado el rostro humano, la imagen de Dios.
Cristo asume nuestra condición humana, con todos sus valores y con todas sus debilidades, y asumiéndola la redime.
-Cada vez que reconocemos la grandeza de lo pequeño y lo sencillo, NACE JESÚS, SE HACE NAVIDAD.
-Cada vez que logramos superar las divisiones entre hermanos, en los hogares, entre las clases sociales, entre religiones, culturas y naciones, NACE JESÚS, SE HACE NAVIDAD.
-Cada vez que vencemos nuestra indiferencia frente al hermano y hermana que sufren, frente al dolor de la humanidad, frente a la destrucción de la naturaleza y la casa donde habitamos toda la humanidad, NACE JESÚS, SE HACE NAVIDAD.

TODOS: Hermanos y hermanas, les deseamos a todos y a todas una 
FELIZ NAVIDAD


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Obrita Nr. 3:

 Navidad 2005
 Integrantes: Abuela, Felipe,Madre, Susana, Pablo, Lucía, 1 cristiano, 2 cristiano, 3 cristiano, Lucas, María, José, pastor
Materiales: paquetes pequeños, muñecas, oso de peluche, figuras de pesebre, sábana o papel transparente, tarjetas navideñas o cuadros con imágenes sobre el pesebre, mesa, papel, libro, cruz, metrónomo, gong (tapas de olla)

Orientaciones técnicas: Esta obra se realiza detrás de una pared transparente (sábana o papel). Detrás de la misma se coloca una lámpara de manera que las personas aparezcan proyectadas sobre la pared como sombras (importante practicar y experimentar el tamaño!).
Cuando tiquea el metrónomo debería sonar un gong, inmediatamante Lucas debería saltar por la pared haciendo el paso para la actualidad.

Escena 1:
Susana:  ¡Qué alegría! por fin llegó otra vez la Navidad.
Madre (Elsa):  Sí, Susana, así es. Yo también me alegro mucho. Pero sabés, hasta que llegue tu visita todavía queda mucho por hacer. Así que, no te quedes ahí parada y dame una mano... (busca un par de paquetes)
Susana:  Sí, sí, claro. Ya lo estoy haciendo (ordena las muñecas y los peluches)
Felipe (hermano de Susana): ¡Eso! ¡Movete un poquito, vos que siempre te apoyás en el trabajo de los demás!
Susana: ¡Mirá Felipe!, no hables, ni te metas...
(suena el timbre)
Susana:  Hola! Pasen, pasen. Bienvenidos a casa.
Pablo y Lucía juntos: Hola...
Pablo:  Hola ¡Qué lindo que está todo acá!
Felipe: Y sí, es obra de mamá, de la abuela y de quien les habla.
Abuela (Marta) (está sentada en un sillón): ¡Felipe... no seas cascarrabias!
Lucía:  Uauuu!! Mirá el pesebré... ¡Qué hermosura!
Pablo:  Sí, la verdad que sí. Pero papá dice que todo esto de Jesús en realidad es puro invento. Él dice que es para hacer negocio nomás.
Lucía:  Y sí, la verdad que tenés razón. En la iglesia siempre nos andan contando cuentos.
Pablo:  (se acerca al pesebre y lo mira de cerca) Y en el pesebre, dicen, que yacía acostado un niño. Bahh, quién puede creer eso si no había nadie para atestiguarlo.
Susana:  Claro que sí, Pablo, ¿vos no viste la cantidad de dibujos que hay sobre eso? Los que dibujaron todo eso seguro que lo vieron.
Pablo:   Pero mirá (levantando algunas tarjetas o cuadros) todos los dibujos son diferentes...
Madre:  A ver, a ver, a ver. Me parece que tenemos que conversar un poco sobre todo eso. Es cierto, para mucha gente Navidad se convirtió en una simple fiesta de consumo. Mucha gente no se toma en serio el sentido verdadero de la Navidad. Con los regalos y el festejo con abundante comida, muchas veces nos olvidamos del niño Jesús y de lo que significa su venida hasta nosotros.
Abuela: Exacto, Elsita. Eso es así. Antes no teníamos casi comida, ni regalos e igual festejábamos Nochebuena y Navidad.
Madre: Es como dice la abuela. Entre los cristianos la comida y los regalos no deberían ser lo más importante de la Navidad. Supongo que ustedes querrán saber por qué nosotros festejamos Navidad así como la festejamos. ¿Querés contarlo vos Marta?
Abuela: Contalo vos. Yo me siento un poco cansada.
 Bueno: (la madre comienza a narrar lentamente y en voz bien clara) las primeras personas cristianas todavía no festejaban Navidad y tampoco contaban como Jesús había nacido porque él, Jesús, estaba entre ellas. Pero más tarde, muchos años después las personas que creían en Jesús, es decir, las cristianas, se preguntaron: ¿Cómo fue eso en realidad? ¿Cómo habrá sido el nacimiento de Jesús?

Escena 2:
Cristiano 1:  ¡Hola! ¡Buen día! Qué tal. Me alegro poder estar nuevamente entre ustedes. (le da la mano a cada uno)
Cristiano 2:  Hola. Qué tal! No sé si te habrás enterado. Las cosas se están poniendo difíciles. Aparentemente el emperador quiere sacar nuevamente un decreto en contra de los cristianos.
Lucas:  Sí... Cuántas veces ya vivimos algo así. No es nada fácil. Y yo ya estoy bastante viejito, pero las cosas igual no cambian mucho.
Cristiano 3:  Justamente por eso creo que lo mejor que podemos hacer es anotar todo lo que sabemos de Jesús. ¿Qué les parece? Yo creo que la persona adecuada es Lucas, él es el que mejor sabe escribir de nosotros. (le da papel y una pluma a Lucas)
Lucas:  Bueno, si les parece. (se sienta a escribir) María era la madre de Jesús, eso lo sabemos. ¿Pero cómo fue su nacimiento?
(María entra al escenario, bien despacio, y mira a su alrededor)
Cristiano 1:  El nacimiento de Jesús debió ser algo muy especial. Digo, porque él trajo tantas cosas al mundo.
Lucas:  Sí, sí, claro. Pero me parece que lo primero que tenemos que anotar es que él fue pobre. Él no vino como los reyes o los poderosos que conocemos.
Cristiano 2:  Exacto! Lucas. Jesús no tuvo un lugar fijo. Él no tuvo casa propia.
Cristiano 3:  Las personas no lo querían. Ellas incluso lo mataron!!! (levanta una cruz)
Lucas:  ¿Será que eso ya se sabía en su nacimiento?
Cristiano 1:  Fijate un poco en lo que dice en la Escritura...
Lucas:   (hojea el libro) Ah..., miren, acá se nombra a Belén: (Miqueas 5: 2)
“En cuanto a ti, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, de ti saldrá un gobernante de Israel que desciende de una antigua familia.”
Belén, Belén... ese pueblucho. ¿Quién lo conoce?
Cristiano 2:  Claro! Un poco me acuerdo. Yo todavía era un pibe cuando el emperador Augusto dio la orden de hacer un censo para controlar mejor los impuestos. Que cada uno vaya a su ciudad natal para anotarse en la lista del emperador.
(José se acerca bien despacio)
Cristiano 3:  ¡Ah! Claro! María y José vivían en Nazaret. Por eso se fueron a Belén.
(María y José caminan bien despacio en círculo)
Cristiano 1:  Y entonces hubo bastante movimiento.
Cristiano 2:  Cada uno estaba preocupado consigo mismo. ¿Quién se iba a molestar por una señora embarazada? Si eso iba a traer problemas solamente.
Cristiano 3:  Y ellos, José y María, no tenían dinero.
Lucas:  Exactamente!!
Cristiano 1:  Es por eso que tuvieron muchas dificultades para conseguir un lugar.
Cristiano 2:  (pensativo) ¿Dónde habrán conseguido un lugar? En un altillo?.... No! Ya sé! Ellos se albergaron en un establo, con los animales.
Todos:  Sí, sí...
Lucas:  (escribe repitiendo en voz alta) nacido en un pesebre.
(se coloca el pesebre, María envuelve al niño en un trapo)
Canto [con comunida]:  “Cielito de Navidad”

Cristiano 3:  Todo muy lindo. Pero lo que debe quedar bien en claro es que se trata de Jesús, de un niño bien especial.
Cristiano 1:  Sí, pero quién era él realmente, eso todavía no se sabía en ese momento. Eso recién se hizo evidente muchos años más tarde.
Cristiano 2:  Yo opino que eso ya lo debemos decir ahora, desde el momento en que nació.
Lucas:  Está bien. Más adelante Jesús estuvo y se fue con las personas marginalizadas, con las que nadie quería.
Cristiano 1:  (con mucho entusiasmo) Y... seguramente el mensaje, la noticia de su nacimiento le llegó primero a las personas que estaban marginalizadas: a los pobres de Belén, como por ejemplo los pastores en el campo.
(se acercan pastores)
Lucas: Con Jesús llegó la luz al mundo. Puede ser que haya sido un rayo de luz de Dios, y que entonces los pastores supieron que había nacido un niño muy especial. Que Dios los quiere ayudar.
Todos:  Sí, sí, eso debe haber sucedido así.
Lucas:  Y entonces los pastores encontraron al niño en el establo. Ellos se dieron cuenta que Dios los quiere ayudar. Y antes de eso Dios envió a su mensajero, a un ángel para que les de esa noticia.
Cristiano 2:  A ver, Lucas. Leenos un poquito lo que escribiste hasta ahora.
Lucas:  “Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo. Este primer censo fue hecho siendo Quirinio gobernador de Siria. Todos tenían que ir a suscribirse a su propio pueblo...” (Lc 2:1-3) (las palabras van desapareciendo...)

Canto: Vengan pastorcillos [con comunidad]

Escena 3:
Lucía:  Vieron! Todo eso es puro cuento!
Abuela: Querida Lucía. Entiendo que te cueste creer que todo eso tiene una profunda verdad. Claro, en el nacimiento de Jesús no estaba presente Lucas, pero Jesús vivió realmente, eso está demostrado. Entonces una y otra vez los cristianos contaron la historia del nacimiento de Jesús. Y Lucas la anotó.
Madre: Es como si dijéramos que es mentira todo lo que nos cuenta la abuela de sus abuelos que vivían en Alemania. Ella no los conoció, pero nos cuenta lo que sus padres le contaron.
Pablo:  Y bueno..., ¡qué se yo! Pero no perdamos el tiempo ahora con historias de épocas antiguas. Propongo que abramos los regalitos!

(se escucha tickear el metrónomo, cada vez más fuerte –puedes ser un gong-. Lucas salta/pasa a través de la pared transparente)
Lucas:  Buenas noches! Vengo como un mensajero. Soy un descendiente de Lucas. Ese Lucas que escribió el Evangelio de Lucas que uds. tienen en el Nuevo Testamento. Ya pasaron casi 2000 años desde que los cristianos escucharon la historia sobre el nacimiento de Jesús. Hace 1700 años que los cristianos festejan el nacimiento de Jesús. Y en todos esos años diferentes pintores dibujaron lo que Lucas había contado. Y siempre lo dibujaron de una manera diferente.
Susana:  ¿Y qué cambió desde entonces?
Lucas:  Y hoy, a diferencia de 1700 años atrás tenemos iglesias por todos lados. Hoy hay personas en el mundo entero que creen en que Jesucristo es el Salvador y Redentor.
Pablo:  ¡Sí! ¡Todo muy lindo cuando uno lo escucha así! Pero, ¿qué hay con la paz? ¿Qué pasa con la justicia? Hay tantas guerras, hay tanta maldad, hay tanta destrucción de lo que Dios creó, hay tanto hambre... ¿Querés que siga enumerando cosas feas y terribles?
Lucas:  Sí, todo eso es cierto y muy lamentable. Y justamente cuando festejamos Navidad se nos recuerda a nosotros, a las personas cristianas, que todo eso no es la voluntad de Dios. Navidad nos recuerda que no debemos cansarnos de mostrar el amor de Dios, que no debemos cansarnos de anunciar y de buscar la justicia, la paz y la integridad de la Creación de Dios.
Lucía:  Ahhh! Ahora entiendo la canción que dice: “Yo quiero una Navidad para todos iguales...
Lucas:  Exactamente. El amor de Dios viene a este mundo a través de nosotros. A través de nosotros el amor de Dios llega a nuestros vecinos, a nuestros familiares, amigos, a las personas con las que trabajamos, con las que nos encontramos en el día a día. Es por eso que debemos tratar de vivir como Dios lo quiere y como Él lo mostró a través de Jesús.
Susana:  Entonces deberíamos invitar a más personas, a las que están solas, a las que no tienen nada, deberíamos compartir lo que tenemos con ellas y contarles sobre Jesús.
Lucas:  Exactamente, de eso se trata.
Lucía:  Pero...., hasta que busquemos a todos ahora....
Pablo:  ...y les contemos la historia de Navidad ya va a haber pasado la noche....
Madre:   No se preocupen, chicos. Mañana es otro día. Para una persona cristiana Navidad no es solamente el 24 de diciembre a la noche y el 25.
Abuela: ¡Exactamente! Se trata de que tratemos de vivir todos los días como Dios lo quiere. Se trata de que esos dones que Dios nos dio y nos da los usemos para el bien de otras personas y de toda la Creación. Y no para destruir y reventar todo lo que Dios hizo.
Lucas:   Efectivamente. (hablando a la gente) Que todos ustedes puedan sentir hoy y todos los días que Jesús también vino por ustedes. Que Dios nos conceda a todos la necesidad y la urgencia de tener que compartir esa buena noticia y que de esa manera podamos ser sus instrumentos en esta tierra.
Todos:  Amén.

Adaptación de “Weihnachtspsspiel 1998 –ein Schattenspiel-“ de Ragnar Manneck.
Pedro Kalmbach
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Obrita Nr 4:

El milagro de Belén en internet („Das Wunder von Bethlehem im Internet“)

Abuela, nieto (Pablo), mozo, Maria, José, ángel, 2 pastores, los tres reyes (Meljior, Baltasar y Caspar)
Canto: ....

1° Escena
El nieto está sentado delante de la computadora, entra la abuela

Abuela: Hola, buenas noches Pablo
Nieto: Hola abue, ¿todo bien?
Abuela: Che, ¿todavía seguís delante de esa cosa? Hoy es Navidad y no me parece…
Nieto: Abuela, dejame en paz. Todo eso no es más que un cuento y puro teatro
Abuela: Pablo… enseguida va a estar la cena y después se van a repartir los regalos. A mi me parece tan lindo cuando se junta la familia en navidad. Y yo creo que el niño Jesús también dejó algo para vos debajo del árbol.
Nieto: Abuela… siempre de nuevo me cuentan esa historia, como si fuera un bebé todavía. Navidad, familia, niño Jesús, árbol de navidad, etc. todos los años lo mismo. No me interesa, es aburrido.
Abuela: La historia de Navidad no es un cuento, ella existe hace muchísimos años. Y ¿sabés? Con todo lo que yo tuve que vivir ella siempre me dio ánimos y fuerzas, ganas de seguir haciendo cosas.
Nieto: Sí, si. No hay problema. Si vos querés creer en eso y si te ayuda está perfecto. Pero yo ya soy bien de otra generación. Mirá; con esto acá, con la computadora puedo conectarme con el mundo entero y puedo ver lo que pasa en cualquier parte del mundo. Esa es la realidad hoy. Y no esas historias y esos cuentos.
Abuela: Ok, está bien. Mostrame entonces ese tu mundo.

La abuela toma una silla y se sienta frente a la computadora.

Nieto: Pero abuela… ¿a quién querés mandarle una mail? (con voz irónica) ¿O querés que entremos a la página de Dios?
Abuela: mail, página, de esas cosas modernas no entiendo nada. Yo pensé que me podías mostrarme o conectarme con el mundo entero. A ver, ¡mostrame lo que en este momento está pasando en Belén!
Nieto: ¿Belén? ¿Por qué justamente Belén?
Abuela: En la Biblia dice que de Belén va a venir aquel que va a salvar al mundo.
Nieto: Otra vez esa historia… Pero bueno, como quieras.

El nieto tipea en voz alta: www.belén.com

2° Escena
El nieto lee el siguiente texto bíblico de la pantalla: “Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo. Este primer censo fue hecho siendo Quirinio gobernador de Siria. Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo. Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a Belén, en Judea, donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David. Fue allá a inscribirse, junto con María su esposa, que se encontraba encinta.” (Lucas 2,1-5)

Xxxxxxxxxx
José:    María, es tan tarde, la gente ya está durmiendo.
Maria:  Si José, ya no hay nadie en la calle. ¿Qué hacemos?
José:    No te desesperes Maria, voy a seguir probando. A ver, en esta casa (José golpea/aplaude)
Posadero:        ¿Quién molesta a esta hora? ¡Tengo el albergue lleno de gente y creo que me merezco un descanso!
José:    Perdón, buen hombre, pero estamos desesperados, necesitamos un lugar donde recostarnos.
Posadero:        Ya le dije que el albergue está lleno. Sinceramente no tengo más lugar.
José:    Sí, pero no necesitamos mucho lugar. Mire, mi señora está esperando un bebé, en cualquier momento puede llegar.
Posadero:        ¡Y eso qué me importa! Prueben en otro lugar, yo voy a seguir durmiendo (bosteza y quiere irse)
Maria:  Señor, por favor, tenga piedad. Yo ya no doy más. Por lo menos un lugar bajo algún techo, aunque sea en el sótano.
Posadero:        (irritado) ¡Eso es el colmo! Ustedes seguramente quieren comerse lo que tengo guardado en el sótano. Apuesto a que no tienen un centavo encima.
José:    Sí, somos pobres, pero honestos. Tenga la seguridad de que no vamos a robar.
Posadero:        Ja, ja, jaaaaa… eso dicen todos.
Maria:  (Deseperada) Señor, por favor, tenga misericordia de nosotros. El bebé está por nacer.
Posadero:        (irritado) Está bien, bueno. Allá atrás en el corral, ahí pueden hacer campamento. ¡Qué cosa! No es por nada el dicho: persevera y triunfarás.
José:    Muchísimas gracias, ahí por lo menos estaremos resguardados del frío y de la humedad.
Maria: Muchas gracias. Que Dios lo bendiga.
Posadero:        Sí, sí. Que Dios bendiga…. Puras palabras.

Canto: .....

3° Escena:

Abuela: ¡Uauuu! ¡Qué fantástico! Recién me pareció haber estado en Belén.
Nieto: Y sí abuela, eso es así porque vos seguís creyendo en esas viejas historias.
Abuela: A ver, dejame seguir mirando. Tan cerca y directo nunca pude estar antes.
Nieto: En directo se dice live o en vivo, abuela.
Abuela: Da lo mismo. Dale, buscá la siguiente página web.
Nieto: OK, tan aburrido no es.

El nieto tipea en voz alta: www.belén.com

4° Escena:
El nieto lee el siguiente texto bíblico de la pantalla:: (Lucas 2; 8+9) “Cerca de Belén había unos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus ovejas. De pronto se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos; y tuvieron mucho miedo.”

Ángel: (Lucas 2,10-12) “No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos: Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor. Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un establo.”
Simón:             ¿Qué era eso?
Jacobo:           (bosteza) ¿Qué pasa? Creo que estuve soñando.
Simón:             No Jacobo, eso no fue un sueño. Hubo una luz bien clara.
Jacobo:           Sí, esa luz me despertó, pero quién fue el que habló. Simón, un poco me está asustando esto. Prefiero enfrentarme a un puma.
Simón:             No necesitás asustarte. Un ángel nos anunció la buena noticia de que nació el salvador. ¿Pero dónde?
Jacobo:           Mirá Simón! La ciudad parece estar iluminada!
Simón:             Vení, tenemos que ir a Belén. Vamos a ver el milagro que sucedió allá. La esperanza de tanta gente está puesta en ese milagro. Ojalá que sea cierto.
Jacobo:           Pero Simón, no podemos dejar a las ovejas solas.
Simón:             Si es cierto que vino el Mesías, entonces nuestras ovejas hoy no van a correr ningún peligro. Vení Jacobo, vámonos. Estoy tan ansioso.
Jacobo:           Ok, pero la responsabilidad es tuya. Vamos a dejar por lo menos al perro acá.

Canto: ......

 5° Escena

La abuela se ceca la frente
Abuela: Pufff, con esto sí que uno entra en calor. Creo que nunca estuve tan cerca de Dios como hoy.
Nieto: ¡Abuela! ¿Vos no te me vas a enfermar con esto, no? Me parece que lo mejor va a ser que dejemos todo esto y vayamos a ver si la comida ya está lista.
Abuela: (enérgicamente) ¡No! De ninguna manera. Este es el milagro de la Noche Buena. Por favor no me lo saques. Yo me siento espectacularmente bien. Cada vez más cerca de Belén.
Nieto: Debo reconocer que a mi también me da la sensación de que estamos cada vez más cerca del lugar de los hechos.
Abuela: Eso digo, Navidad trae calor al corazón.
Nieto: Bueno, sigamos viendo.
                        www.belen.com

 6° Escena

El nieto lee el siguiente texto bíblico de la pantalla: Mt 2,1-1: “Jesús nació en Belén, un pueblo de la región de Judea, en el tiempo en que Herodes era rey del país. Llegaron por entonces a Jerusalén unos sabios del Oriente que se dedicaban al estudio de las estrellas, y preguntaron: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos salir su estrella y hemos venidos a adorarlo.

Meljior:          Miren ahí, ¿ven la estrella?
Batlasar:         Sí, ahí está de nuevo esa estrella que nos acompañó hasta aquí.
Meljior:          Si supiera lo que significa. ¿Será cierto que esa estrella anuncia al Mesías?
Caspar:           Cuando estuvimos en lo del rey Herodes él no sabía nada de eso, y nos preguntó todo. Parecía muy curioso en saberlo todo sobre ese rey que todavía es un niño.
Meljior:          Puede ser que tenga miedo de perder su poder.
Caspar:           La cosa no me parece muy honesta. Yo creo que detrás de esa amabilidad y curiosidad hay miedo y engaño.
Baltasar:         Lo mejor va a ser que a la vuelta no pasemos por el palacio del rey Herodes. Vamos a tomar un desvío.
Caspar:           ¡Miren! Ya casi estamos. Allá detrás de esa casa tan sencilla la estrella quedó quieta.
Meljior:          Sí, en realidad es un corral. Vamos que está ahí nomás.
Baltasar:         Vamos.

Canto: .....

7° Escena

La abuela sueña
Nieto: (llama) Abuela, abueeeelaaaa!!!!
Abuela: Pero si estoy en Belén…
Nieto: Pero abue… si estamos acá en casa, aunque parezca como en un sueño…
Abuela: Entonces vos también te sentís como yo?! Me alegro tanto de que estés entendiendo el sentido de la Navidad. Podés colocar todas tus esperanzas en eso, mejor dicho en Jesús.
Nieto: Si abuela. Ahora entendí que la Noche Buena nos trae algo muy especial.
Abuela: la verdad que no sé ni entiendo lo que está pasando, pero, qué te parece si seguimos navegando?

El nieto tipea y la buela dice:    www.belen.com

8° Escena
El nieto lee el siguiente texto bíblico de la pantalla: “Fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el establo. Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del niño, y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que decían los pastores. María guardaba todo esto en su corazón, y lo tenía muy presente.”

Escenario: se los ve a María, a José, al pesebre y a los ángeles.
María:            José, de repente está todo tan claro y brillante… y ese sonido… se me hace como si hubiera cientos de ángeles cantando y volando ahí afuera.
José:   Creo que esta noche el mundo encontró la paz.
Maria:            José, este niño va a ser el Salvador del mundo.

Entran los pastores
Jacobo:           Gloria a Dios.
José:   Alabado sea Dios.
Jacobo:           Ahí está el Salvador.
Simón:             No me animo a acercarme mucho.
Maria:            Pero hombre, acercate, todo el que venga en paz es bienvenido.
Simón:             Sí, pero nosotros somos bien sencillos y humildes, y aquí hay un rey.
María:            Sí, el rey de los judíos, de los pobres, de los oprimidos, de las personas sencillas, humildes. Así que, no sean tímidos y acérquense.
Simón:             Pero no tenemos regalos, solo esta piel de oveja para que tenga donde recostarse.
María:                        Traigan su preocupaciones, sus miedos, sus necesidades, todas sus esperanzas, en este niño se va a cumplir a promesa de Dios, que es su misericordia, su amor.
Jacobo:           (se arrodilla) Vos nos vas a ayudar para que este mundo mejore y para que haya más paz.
Simón:             (también se arrodilla) Me arrodillo ante ti, porque vos sos el verdadero rey.

Entran los tres sabios del Oriente
Meljior:          Acá está la estrella que nos muestra hacia el futuro. Todos nuestros presentes no son nada para el Salvador.
Baltasar:         Niño, algún día vos vas a cargar con todos los dolores del mundo.
Caspar:           Por medio de ti el mundo se va a hacer más humano.

Entra corriendo el posadero
Posadero:       Pucha…. Si yo hubiera sabido…., si hubiera sabido que ustedes… pucha, entonces… Por favor, ¡Perdónenme!
Maria:            No se preocupe, venga, acérquese. Dios perdona las debilidades humanas. Sea bienvenido.
José:   Todos los que tengan un corazón van a encontrar paz en este niño. Usted tuvo compasión y nos dio un lugar donde cobijarnos.
Posadero:       Entonces quiero arrodillarme y pedir perdón por los pecados del mundo.
Maria: (habla a la congregación) También todos ustedes están invitados. Vengan al Salvador y el los liberará.
Abuela:           Vení Pablo, vamos a arrodillarnos ante el Señor.
Nieto: Sí abuela. Tan cerca nunca sentí la Navidad. Creo que recién hoy mpiezo a entender el sentido de la Noche Buena (los dos se arrodillan)

Canto: Noche de paz
Traducción y adaptación Pedro Kalmbach
  

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